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Entérate – Un accidente cerebrovascular (ACV), comúnmente llamado derrame cerebral, ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe, ya sea por un coágulo que bloquea una arteria (ACV isquémico) o por la ruptura de un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico). Reconocer los signos de advertencia, como debilidad repentina, dificultad para hablar, pérdida de equilibrio, visión borrosa y dolores de cabeza severos, es crucial para buscar atención médica inmediata, ya que «el tiempo es cerebro».
El cerebro depende del flujo constante de sangre para funcionar, y cuando se interrumpe, las células cerebrales pueden morir en minutos, provocando daños irreversibles. Las causas incluyen hipertensión, diabetes, colesterol alto y el tabaquismo, además de factores genéticos y de estilo de vida.
La recuperación de un ACV depende de la rapidez con la que se reciba tratamiento, y la prevención se enfoca en llevar un estilo de vida saludable, controlando la presión arterial y evitando el tabaco.
En conclusión, estar informado sobre los síntomas y actuar rápidamente ante un ACV puede salvar vidas y minimizar el daño cerebral.