Los nuevos ricos
En los últimos años , y pienso que ese fenómeno aceleró luego del Huracán María, ha surgido en nuestra isla, una gran cantidad de nuevos ricos. Algunos de ellos con muchas razones para serlo, otros y creo la mayoría lo están haciendo mediante el abuso de fondos del erario público estatal o federal.
Las tragedias de la última década en nuestra isla, van desde fenómenos atmosféricos, movimientos tectónicos y pandemia. Añada la última tragedia que es el saqueo de los fondos públicos, que es un mal convertido en constante.
El gobierno federal mediante asignaciones del Congreso o del Ejecutivo, envió una lluvia de fondos federales, como nunca había pasado en el país. Que bueno, porque han permitido que nuestra alicaída economía se haya mantenido y en ocasiones mejorado. Dinero por todos lados, PUA, cupones, subsidios energéticos, préstamos a pequeños negocios y la muy reciente condonación de préstamos estudiantiles. Todas esas medidas, ayudan a este país que está pasando por un asunto muy grave, es la despoblación. Añada a esto, la gran cantidad de jóvenes que abandonan el país en busca de más y mejores condiciones de vida.
Por otro lado, nuestro moribundo sistema de salud ha provocado que muchos médicos y especialistas en esa disciplina, se muevan al norte detrás de unos salarios que hacen ver risibles, los que aquí podemos ofrecer. Es cierto que la vida es más costosa en los EU, pero también lo es, que las oportunidades económicas son mucho mejor, incluya ahí que la seguridad pública se atiende con fuerza y que no hay problema de buscar servicios de salud, aún cuando son muy costosos, don son accesibles. No mencionamos la educación, porque todos sabemos el fracaso de la educación pública de nuestro país. Si usted no tiene para pagar educación privada, nuestros hijos podrían acabar en un laberinto que ofrece muy pocas posibilidades de crecimiento y desarrollo.
Aquí lo hemos quebrado todo, la salud, la educación, y la seguridad, entre otros. Llueven los millones, pero el dinero se va en contratos fatulos, que no se fiscalizan a tiempo y olvídese de encerrar a los muchos que participan de ese gran guiso económico. Es aquí donde entra esa nueva clase rica del país. Contratos amañados e inflados, subastas que se otorgan con algún amigo en mente y si no se la lleva, se declara subasta desierta, hasta que el buen amigo del alma y del guiso, se la pueda llevar y proveer para la abundante repartición de los panes.
No seamos tontitos, aquí nadie da nada por nada. Esos cumpleaños de recaudación de fondos, tienen un solo propósito. Pasar el
cepillo. Y no crea que si aporta $100, $500, $1,000 o $5,000, billetes, usted no quiere retratarse con el homenajeado. ¡Claro que si! Esa es la foto para usarla cuando sea necesario un favorcito, un empujoncito o algún contratito.
Nada tengo contra hacer dinero. Soy capitalista. Pero cuidado con los medios para enriquecerse. Eso perjudica a toda la sociedad y limita los servicios que necesita el pueblo. Eso a la larga nos perjudica a todos, y puede ser un boomerang que acabe de quebrar nuestra economía y hacerla inagotable.
Lcdo. José M. Pérez Villanueva