Hoy se cumplen siete años desde que el Huracán María devastó Puerto Rico el 20 de septiembre de 2017. El huracán, de categoría 4, dejó una huella imborrable en la isla, causando destrucción masiva, más de 3,000 muertes y una crisis humanitaria sin precedentes. A medida que pasa el tiempo, la recuperación ha sido un proceso largo y lleno de desafíos.
El impacto inicial: María tocó tierra con vientos de hasta 250 km/h, destruyendo infraestructuras críticas, dejando a toda la isla sin electricidad y afectando seriamente el suministro de agua potable. Los sistemas de salud y las comunicaciones se vieron completamente colapsados, y las comunidades más vulnerables fueron las más afectadas.
La recuperación en curso: Siete años después, la recuperación física de la isla es visible, pero el proceso ha sido lento y fragmentado. El sector energético, en particular, sigue siendo un tema delicado, ya que los apagones y fallas eléctricas continúan afectando a miles de residentes. La reconstrucción de viviendas y la reparación de carreteras y puentes han avanzado, pero muchos puertorriqueños aún enfrentan desafíos en la obtención de recursos para restaurar completamente sus vidas.
Resiliencia y lecciones aprendidas: La tragedia dejó importantes lecciones sobre la necesidad de mejorar las infraestructuras y los sistemas de respuesta ante desastres. La resiliencia de los puertorriqueños ha sido un factor clave, con numerosas iniciativas comunitarias que han surgido para impulsar la autosuficiencia y la preparación frente a futuros desastres naturales.
A medida que Puerto Rico sigue adelante, la conmemoración de este aniversario es un recordatorio de la fortaleza de su gente y de los desafíos que aún deben superarse en el camino hacia una recuperación total.