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Puede decirse que el primer día de la Convención Nacional Demócrata de Chicago fue distinto a estos eventos, que suelen ser horas y horas de promoción comercial creada para la televisión del candidato o candidata a consagrar.
Esta primera jornada en el United Center de Chicago tuvo la novedad de recibir al presidente, Joe Biden, hasta hace unas semanas el aspirante a la reelección, para escuchar su discurso explicando por qué dio su respaldo a Kamala Harris para que lo sustituya y se enfrente a Donald Trump.
Y además, lo hizo con una energía que, de haber mostrado días atrás en su desastroso debate con Donald Trump, quizá le habría permitido seguir siendo el candidato.
Además, Harris recibió la noche del lunes un doble testigo: el de Biden y el de la primera mujer candidata a la presidencia por un gran partido, Hillary Clinton, quien le delegó la tarea de romper el «techo de cristal», el límite invisible que frena a las mujeres en política y otras actividades, que ella agrietó en 2016, aunque no pudo destrozar.
Durante su discurso, el presidente Biden fue interrumpido por cánticos de «Amamos a Joe» o «Gracias, Joe», este último con un doble sentido: el de haber derrotado a Donald Trump en 2020 y haber devuelto la «normalidad» a la presidencia, y el haber renunciado a la candidatura para que Harris se enfrente al expresidente republicano.
Hasta que anunció su retiro, Biden venía perdiendo terreno frente a Trump, en buena parte por lo que parte del electorado percibía como su debilidad física y mental para mantenerse en la Casa Blanca, agudizado tras el desastroso debate que tuvo con el republicano.
Desde que puso fin a su candidatura, los demócratas han experimentado un renovado impulso en su campaña y confían que podrán volver a derrotar a Trump. De allí las gracias al presidente.
La vicepresidenta hizo lo que pocas veces hacen los candidatos, una aparición no programada en el escenario.
Y lo hizo para rendir homenaje al presidente Biden, a quien agradeció “por su liderazgo histórico, por su vida de servicio de la nación y por todo lo que continuará haciendo”.
En la noche centrada en honrar al presidente que se vio forzado por las circunstancias a abrirle paso a Harris, la vicepresidenta aseguró: “Le estaremos siempre agradecidos”.
Harris, en sus breves comentarios, dijo que al mirar a la multitud veía “la belleza de nuestra gran nación”, y enfatizó la importancia de promover la diversidad y abrazar el optimismo, unas de las características que su campaña quiere promover para diferenciarse de la “pesimista” de los republicanos.
La vicepresidenta se sentó en las tribunas y al final se unió a Biden y su familia en el escenario, en lo que pareció las escenas de cierre de convención, cuando el candidato acepta la nominación.
La ex secretaria de Estado y ex candidata presidencial, Hillary Clinton, era la otra oradora estrella de la noche. Fue recibida con un aplauso sostenido que duró más de dos minutos y pronunció un encendido discurso en el que expresó la esperanza de que Harris haga lo que ella no pudo: vencer a Trump y convertirse en la primera mujer presidenta.
Clinton evocó su discurso de concesión de 2016 haciendo referencia a todas las “grietas en el techo de cristal” que ella y sus votantes habían logrado. Y pintó una visión de Harris “al otro lado de ese techo de cristal” prestando juramento como presidenta de EEUU.
«Haremos grietas en los techos de cristal más altos y sólidos», aseguró entre aplausos y emocionando a muchos de los asistentes.
Clinton cerró su discurso diciendo: “Quiero que mis nietos y sus nietos sepan que estuve aquí en este momento. Que estuvimos aquí y que estuvimos con Kamala Harris en cada paso del camino”, algo notable para quien ha estado en los más altos niveles de la política estadounidense.
La también ex primera dama recurrió a los tradicionales ataques políticos en su discurso, incluida la burla de los antecedentes penales de Trump. Eso llevó a gritos de “enciérrenlo”, similares a los que los partidarios de Trump dirigieron a Clinton en 2016.
Harris se convirtió el pasado 6 de agosto, de forma oficial, en la candidata demócrata a la Casa Blanca. Pero, no será hasta el jueves en que ofrecerá su mensaje de aceptación.